El poder creador
El poder creador:
La clave para entender el porqué debemos crear cosas los humanos es el poder creador, la facultad innata con la cual estamos equipados a “imagen y semejanza” de “Dios” “Creación” “Fuente Creadora del Universo” “Manantial de la Vida” “Cosmos” “Totalidad” “Arquitecto del Universo”, etc.
En el universo todo tiende hacia el crecimiento , la transformación y la evolución; incluso después de la destrucción todo vuelve a crecer de nuevo en diversas formas. La Estrella eres tú.
El poder creador es la capacidad que tenemos para resolver problemas de manera creativa, sorprendente e insospechada gracias a la ejercitación de la meditación activa, el ejercicio y la constancia. El poder creador subyace por debajo de las emociones negativas que producen los problemas; es una fuerza latente que tenemos la responsabilidad de mantener encendida aún en circunstancias adversas; indudablemente en la vida hay dolor, tristeza y depresión también y aquí hay que hacer una inserción: es válido cualquier sistema terapéutico tradicional médico o psiquiátrico y farmacéutico con cualquier trastorno nervioso y emocional físico que pueda padecerse, debemos erradicar la falsa creencia de la llamada nueva era de que los practicantes de cualquier disciplina holística no necesitan tratamientos médicos; es bueno hacer ver a los que así piensan que el ser humano tiene varios cuerpos: el físico, el mental, el emocional, el espiritual, el etéreo.
Cualquier ayuda es totalmente válida para impedir que el ser humano sucumba a la tristeza y la depresión.
La Arteterapia es una excelente forma de tratamiento y prevención de muchos disturbios psicosomáticos, por la actividad creativa sostenida; esto hace que las personas sientan una gran paz y alegría proveniente de las obras artísticas que realizan, también un gran sentimiento de orgullo y autoestima al ver sus creaciones; el arte es una forma de re-crear nuestro entorno, haciéndolo más humano y habitable; re-crear los ambientes que nos rodean para tratar en todos nosotros la soledad, el estrés y la desesperanza; el arte y las drogas no van de la mano como algunas personas quieren creer, el arte no necesita de “estados alterados”; el arte es vida y transformación.
El poder creador es inherente y transformador en la vida de una persona, adquiere significado y motivación personal tener un propósito elevado con el que contribuir en la evolución del ser humano hacia la proyección de facultades estocásticas, hacia el futuro, en consonancia con la evolución de la cibernética el ser humano tendrá por fuerza que evolucionar en sus facultades de comprensión de la realidad con el fin de recrear el mundo.
La humanidad y la civilización evoluciona muy lento con respecto al arte, este es el motivo básico por el cual hay tanta incomprensión, todavía en el mundo el arte aunque así se quiera creer, y aunque sea objeto de escándalos de precios, de efectismos publicitarios de estrellas prefabricadas, no está preparado para adoptarlo como materia de estudio esencial en la educación humana: claro que en una etapa de la vida del estudiante se le promueve y aúpa pero es sólo algo muy incipiente, grosso modo, no integrado en los procesos cognitivos de cada materia, esto irá cambiando muy lentamente también. El arte es el soporte vital del ser humano. Pero para que esto suceda en su plenitud deben cambiar muchas situaciones , valores y conductas hola mañas de la civilización moderna y recuperar o retomar en su medida conceptos de las tribus primitivas, las civilizaciones arcaicas, que estaban más compenetrados con el ambiente y los demás individuos de un grupo o clan.
En un principio por el año 2002 no más de ahí, escribí con todo el amor que tenía en mi corazón la guía de ArteTerapia original asha-shanti o Shanti, no tenía un computador para escribirla, hice un manuscrito, y pedí a un señor que administraba un cyber café que por favor la transcribiera; estuve casi un año completo detrás de él, y corrigiendo errores de tipeo, finalmente después de unas 5 correcciones pudimos imprimir, mi querida madre Adele me apoyó, pagué la transcripción que costó 200 bolívares. El señor que la transcribió de tanto leerla le parecían curiosos ciertos términos que yo utilicé en ese entonces y en son de broma cuando traía el borrador para que yo lo leyera me decía: aquí tienes “totémico” revísalo con calma.
Fue un camino difícil y desde luego bastante, más no del todo solitario; ya que en él conocí algunos valiosos colaboradores.
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